Porque ya nada me detiene, porque quizás ya nada es como antes, porque jamas se parecerá. Cada persona es dueño de su vida. 

Con un simple cafe de sabor a sábado, estirada en el sofá, el portatil, un clásico sonando y viendo y viviendo algo tan bonito como es la moda, después de pasear toda la mañana por Paseo de Gracia, sobre el sol, con una especie de recuerdo al nostálgico verano, pero todos sabemos que ya queda menos para que este llegue, pero aun así, disfrutamos las mañanas soleadas de febrero porque después de una buena fiesta no debe ser sano quedarse tumbado en la cama, así que despertar y pasear es algo sano que siempre ayuda, y más si vas acompañada de una gran amiga a ver esas tiendas que sin duda cuando entras, la música ya invade parte de tu cabeza, y luego esa ropa, esas fotos colgadas en la tienda... nada se puede comparar, puedes llevar tu capucciono de Starbucks  y asegurarte en ese momento que no hay nada que te importe más que estar paseando con tu amiga, tu bonito look limpio y simple como unos tacones, jeans y una cazadora, maxi bolso, nunca puede faltar. Porque algo tan simple y tan complejo nos puede llevar a la alegría, es fácil sonreír, pero no tan fácil tener motivos, pero para mi, pasear y ver moda, ver gente, ver, y saber mirar bien las cosas, ya es suficiente para sonreír. Hay que saber disfrutar con las pequeños detalles de la vida!